Así es. El Atlético de Madrid lleva 15 victorias seguidas en Europa. Con dos títulos de por medio. Y hay quien dice que no tiene mérito. Pues nada.
Novedades en el once
El Cholo decidió poner sobre el campo a un once novedoso siguiendo con su idea de que todos pueden y deben sentirse importantes. Hoy el asunto no salió tan bien como debía. No ya por el resultado, puesto que se ganó, sino por como se dio. El equipo no estuvo bien.
Faltó agresividad
Durante el partido hubo varios aspectos de los jugadores a nivel individual que no terminaban de gustar. Kader perdía la posición en defensa y no se atrevía a subir mucho, el mediocampo no dominaba y faltaba algo. El caso es que los minutos pasaban y se llegó, no sin sobresaltos, al descanso. “El Cholo les espabila en el descanso” pensamos más de uno. Y así fue, pero el efecto, prolongado por los cambios, por los cojones (permitasemé la expresión) del Cebolla, por los fogonazos finales de Adrián y por las llegadas de Raúl García, no tuvo continuidad porque al equipo le ha faltado agresividad, tensión. ¿Por qué? Quizá porque con las rotaciones los propios jugadores sienten que es un partido menor. O quizá haya que buscar la explicación en que, al ser suplentes, no están acoplados. El caso es que el Atleti relajado y sin tensión, es menos Atleti. Y así no se ganan los partidos. De hecho este se ganó en el descuento gracias a una falta lateral sacada por Emre al borde del área que el Cebolla, con intención y suerte, colocó en la red. La victoria no debería tapar las carencias que el equipo ha tenido hoy. Son suplentes si, pero el compromiso y las ganas deben ser igual para ellos. O mayor. El Cholo debe hablar en el vestuario.
Clasificación encarrilada
Las dos victorias obtenidas hasta el momento, unidas a los resultados que se han dado en el grupo, hacen que el Atleti sea líder en solitario con seis puntos por tres del Viktoria Plzen y uno de Académica y Hapoel. El objetivo del ser líderes del grupo está más cerca.