Una vez que se supo la convocatoria quedaron pocas dudas de que Simeone se toma en serio la Copa, después de ver el once titular no quedó ninguna. El Atlético de Madrid saltó a Mestalla con un once de garantías, a pesar de las rotaciones. El juego del equipo no fue bueno, a ratos fue hasta malo, pero no se puede dudar de que este Atleti tiene hambre de títulos. El duelo parecía que sería otro de esos partidos del Atleti fuera de casa en los que espera, agazapado, el error rival para hacer sangre y llevarse la victoria. Y casi lo fue. Sólo un gol del Valencia en la última jugada del partido evitó la victoria colchonera.
Dispuso el Cholo su habitual defensa férrea sobre el césped a la espera de que alguna contra desnivelase el encuentro a su favor, pero al equipo le falta chispa. Diego Costa no pudo en ningún momento con sus rivales y en el único contragolpe en el que pilló desprevenido a su marca se lió a la hora de rematar. Sin él el ataque rojiblanco a día de hoy es poco. Adrián no es Lázaro y no se levanta por mucho que Simeone le de una y mil oportunidades de hacerlo. La titularidad del asturiano relegó a Raúl García a la banda y allí pierde punch. Las dos veces que conectó con el balón en el área llevó peligro. A día de hoy su idilio con el gol le da ventaja sobre los delanteros asturianos del Atleti.
Si en la primera mitad el Atleti logró sacudirse el dominio valencianista y atacar la portería de Guaita, en la segunda mitad no fue así. El Valencia salió del vestuario con la garra y la intensidad que le faltaba al Atleti y claro, el cerco al área de Courtois empezó a generar más peligro del que los colchoneros han visto en mucho tiempo. Hasta cuatro paradones tuvo que realizar Courtois en la segunda mitad para sostener a su equipo. Viendo que el conjunto ché estaba cada vez más cerca de derribar el muro que Miranda y Alderweireld (sigue creciendo) habían construido, Simeone decidió mover el banquillo para dar entrada a Arda y al Cebolla y cambiar la cara del partido. Y lo consiguió. En el minuto 72 Guaita no acertó a despejar un saque de esquina lanzado por Gabi y el balón le cayó a Raúl García. Mejor dicho, a su cabeza. Y claro, fue gol.
El gol ponía el partido allí donde más le convenía al Atleti, pero su falta de chispa e intensidad le acabó condenando. Superado por el Valencia, cuando apenas quedaban unos segundos para el final del encuentro Postiga remató a gol una jugada mal defendida por los colchoneros. El empate hace justicia y aunque deja mal sabor de boca a los seguidores atléticos, será el Calderón quien decida.
Buen partido de Thibaut, Miranda y Alderweireld. El belga me gustó mucho, muy seguro en defensa. También lo hizo bien Guilavogui.
Lo de Adrián ya es muy preocupante. Le dan oportunidades una y otra vez y el chaval no las aprovecha. Óliver Torres tiene una, la caga y no va convocado… parece que no todos tienen el mismo rasero.
Un saludo, desde Paseo Melancólicos – Courtois, Alderweireld y Raúl García no fueron suficientes.