Jugó el Atlético de Madrid un notable partido defensivo y un correcto partido ofensivo, de haber sido mejor en ataque quizá el resultado hubiese sido más amplio. No fue así, en parte por la sequía goleadora de Diego Costa. El delantero no encuentra la chispa de la primera vuelta y se enreda en batallas inútiles. El gol de Godín da ventaja al Atleti, pero tendrá que viajar a San Mamés a pelear duramente la clasificación.
El partido comenzó con vivo. Ambos equipos pugnaban por hacerse con el control del partido, pero cada uno utilizaba sus armas, el Atleti se guarnecía en defensa y se dejaba dominar sin pasar apuros, el Athletic de Bilbao buscaba espacios por los que acercarse a la portería de Courtois. Tan cerca, pero tan lejos. El muro defensivo del Cholo es un auténtico seguro de vida. Ayer el rival no consiguió tirar a puerta en todo el partido. Y eso que el conjunto colchonero saltó con cinco suplentes al campo. Alderweireld, que opositó a titular, Guilavogui, que estuvo bien, pero verde, el Cebolla, intenso y solidario, Adrián, nada por aquí y nada por allá, y Raúl García, mejor de revulsivo que de titular.
Pasados los primeros minutos de intercambio de golpes, el partido se asentó. El Athletic de Bilbao tenía el balón, pero el peligro lo llevaban los colchoneros. Tras varias ocasiones el Atleti se animó a buscar el primer gol. Primero Koke dejó solo a Adrián delante del portero, pero el delantero desaprovechó la oportunidad. Al asturiano ya no se le espera. A los pocos minutos, de nuevo Koke, centró al área un balón recuperado tras un saque de esquina y allí apareció Godín para rematar a gol. El central rojiblanco está en un magnífico estado de forma. Quien no pasa por sus mejores momentos es Diego Costa. No tuvo ninguna ocasión clara y sus temibles cabalgadas se han convertido en un trote cansino. El jugador acusa el esfuerzo y, sobre todo, la falta de gol. Esa ansiedad se traduce en un exceso de revoluciones que a punto estuvieron de costarle la expulsión.
En el segundo tiempo Simeone dio entrada a Gabi en lugar de Guilavogui. El francés no estuvo mal, pero se le nota que aún no está para soportar todo el peso defensivo en la medular. Con el cambio el Atleti ganó solidez en el centro del campo. Pasaban los minutos y ambos equipos parecían encorsetados. Ambos equipos querían marcar un gol que les daba mucha vida para la vuelta, pero sabían que si lo encajaban sus opciones de pasar. Así ni la entrada de Arda en lugar de Adrián, ni de Villa en lugar del Cebolla acercaron el segundo gol al Atleti. El 1-0 es un buen resultado, pero obliga a a prestar mucha atención en San Mamés. La vuelta será durísima.